domingo, 5 de febrero de 2017

Reflexionemos

Estoy harta de que haya tanta discriminación hacia a las mujeres.
Parece que da igual que nos formemos que seamos trabajadoras, siempre estará el hombre por encima de nosotras.
No soy feminista, si no igualitaria, lo justo es que si un hombre y yo tenemos la misma formación es justo que cobremos lo mismo, ¿o no?
De verdad, nos consideran el sexo débil,pero, ¿llamarían débiles a las mujeres que les dieron la vida?
A esas mujeres,que son capaces de llevar su casa, cuidar a sus hijos y a parte de todo eso salir a trabajar.
Basta ya hacia el maltrato de las mujeres.
No somos menos que nadie.
Que por mucho que nos quieran humillar, no pueden, que por mucho que nos quieran hacer agachar la cabeza, nosotras la levantamos más.
Un día en un programa de televisión dedicado a las mujeres, me quede con una frase muy marcada,
Las mujeres a la hora de salir en televisión solo damos testimonio, mientras el hombre argumentan.
Y es verdad, es verdad que hay mujeres presidentas, presentadoras y con grandes cargos. Pero seamos realistas, frente al hombre, ¿que porcentaje representan las mujeres?
¿Estamos en el siglo XXI o seguimos en la era de las cavernas?
No se pero a veces siento que la mujer debe servir al hombre, que la mujer tiene que ejercer trabajos de menor responsabilidad.
Y muchas veces tengo la sensación de que da igual que el hombre sea un incompetente, que como es hombre si puede ejercer el cargo.
Y ojo, hay hombres que también trabajan, que cuidan a sus mujeres, que se ocupan de la casa y de sus hijos, y que son padres y madres a la vez.
Pero creo que esta generación y las que vendrán, deberían ser igualitarias en estos aspectos.
Y por hoy puedo decir que uno de los grandes problemas que hay en el siglo XXI es la violencia de género.
Y con todo esto vuelvo a decir que no soy feminista, pero como mujer doy mi punto de vista. Y no quiero que nadie al leer esto se sienta ofendido.


martes, 24 de enero de 2017

Puntualidad

Necesitaba tanto escribir.
Ahora mismo me siento que no soy yo.
Necesito desahogarme, respirar y pensar.
Y es que a veces nos toca pasar momentos muy difíciles.
Tragarse las lagrimas, sonreir y decir que todo está bien cuando en realidad estás hecha mierda por dentro.
Hay situaciones en las que no sabes ni como actuar, porque no te esperas la reacción de otras personas.
Es lo mismo de siempre el ser humano no tiene humanidad.
Bueno pues con el tiempo te das cuenta de que hay quien tiene humanidad y hay quien tiene maldad.
Y hay que tener cuidado con la persona que tiene maldad porque también conlleva a que tenga falsedad y te engañe.
Seamos realistas cuando tu instinto te dice que esa persona no vale nada, hazle caso, no des tu tiempo, tu energía ni tu alegría a quien no la merece, si no que te hace malgastarla.
Con el tiempo pienso que muchas veces ocurre esto del bullying porque en realidad los profesores ven la situación, y en vez de tratar de poner un límite hacen como si no vieran nada (hablo de lo que pasó en mi tiempo)
Sinceramente es un tema con el que para mí a pesar de mis 22 años creo que no lo he superado.
Bueno no es que no lo haya superado es que ahora me defendiendo, pero no con las maneras adecuadas.
Vamos que a la hora de defenderme me comporto como una niña de quince mal hablada. Porque no se como expresarme y porque siento rabia de las cosas.
Digamos que como no aprendí a defenderme a esa edad ahora me defiendo como si tuviera esa edad.
No se si eso le pasa a más gente, pero la verdad a veces es horrible, porque si que es cierto que cuando lo piensas fríamente dices vaya gilipollez que he dicho.
Son cosas que creo que se modificaran con los años.
Veo el mundo super injusto, parece que a los que son malos se les favorece, y a los que son buenos se les castiga.
Pero luego llega el bendito Karma y nos da a todos por donde nos tiene que dar.
Sinceramente no te rodees de alguien que no te valora, que te humilla y te indigna.
Rodéate de gente que estés a su lado y que este a tu lado.
Que te saque la sonrisa cuando el nudo en la garganta por lágrimas no te deje hablar.
Aprende a conocerte y a conocer.
No juzgues si no conoces.
Habla cuando tengas que hablar, no te calles, creeme es lo peor.
Di las cosas con educación y respeto, aunque te muerdas la lengua.
Se puntual. Ni esperes ni que te esperen.
Sobretodo no permitas que nadie ponga en tu boca palabras que ni si quieran son verdad, que nadie te haga dudar de tu verdad.
Siempre la cabeza bien alta, sin miedo.
Aquí estoy con un par.
Y cuidado en quien confías, porque puede brindarte una sonrisa cuando por detrás sostiene un puñal.